En los últimos meses en los Estados Unidos han ocurrido dos grandes hechos de violencia que han conmocionado a este país, el atentado de Boston en el cual dos hermanos de origen checheno hicieron estallar 2 bombas las cuales dieron como resultado dos personas muertas y muchas más heridas y el más reciente tiroteo en un desfile en conmemoración del día de la madre, con lo cual se pueden evidenciar algunas debilidades de los aparatos de seguridad de dicho país así como de las leyes que brindan un fácil acceso a la posesión legal de armas de fuego.
Estos hechos hacen que un tema que ha sido siempre uno de los ejes fundamentales de la política estadounidense vuelva a ser el centro de atención y es la seguridad, que no solo tiene que ver con amenazas potenciales de otros Estados frente al desarrollo de los Estados Unidos, sino que abarca una gran cantidad de ámbitos como medio ambiente, seguridad territorial, seguridad militar inmigración, etc.
Es en este contexto que muchos debates sobre temas de seguridad han sido retomados, y el caso de las políticas migratorias no es la excepción, para un país como El Salvador, que posee una gran cantidad de connacionales viviendo en los Estados Unidos bajo la protección del TPS y muchos otros que debido a las condiciones adversas en las que vive el país han tenido que emigrar en busca de mejores oportunidades y no están bajo el amparo de ninguna forma jurídica que les permita tener mejor movilidad y mayores oportunidades de empleo en ese país, es un tema fundamental, ahora cabe preguntarse ¿ qué pasará? A grandes rasgos son dos cosas las que pueden suceder, primero que las políticas migratorias se endurezcan y las posibilidades de una reforma migratoria que beneficiaría a una gran cantidad de salvadoreños se reduzcan o como se ha visto hasta el momento el gobierno de Barack Obama apostará por la reforma migratoria que beneficiaría a muchas personas indocumentadas además de reforzar la seguridad a través de mejores controles migratorios.
Los grandes efectos de una reforma migratoria o de un endurecimiento de las leyes de migración en los Estados Unidos impactarán de forma directa a El Salvador, si se llegará a tener una reforma migratoria serian muchas las personas salvadoreñas beneficiadas que tendrían mejor acceso a empleos y con ello un aumento en la cantidad de remesas que las familias salvadoreñas reciben, por otro lado la reforma migratoria alentaría a mucha personas a tratar de reunirse con sus familias y los procesos de peticiones familiares aumentaría y con ello el número de migrantes salvadoreños, ahora de una manera apegada a la ley, si las leyes se endurecieran y no existieran opciones para las personas indocumentadas, estas se verían obligadas a regresar a sus países de origen y con ello se aumentarían los niveles de desempleo, delincuencia, ingobernabilidad, etc. que el país vive desde hace años y que hoy por hoy parecen muy difíciles de solucionar.
Es en este contexto donde hay que preguntarse ¿si nuestro país no posee más alternativas?, ¿si El Salvador está condenado a ser dependiente de los Estados Unidos y de los salvadoreños que habitan en ese país? ¿Qué hace falta para lograr una mejora sustancial en la calidad de vida de los salvadoreños? Y aunque vivimos en un mundo altamente interdependiente es importante recordar que los procesos de desarrollo deben empezar desde nuestra perspectiva y que somos todas las personas salvadoreñas las responsables de enfrentar los retos y encontrar las mejores soluciones antes posibles escenarios futuros que poco o mucho puedan favorecer al desarrollo de la nación.
Por Keny Navarrete
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