Este es el mes donde nuestras miradas están 192 años atrás en la
historia, donde a nivel nacional se nota que es un mes en el cual se pone de
manifiesto el folklor salvadoreño al
recordar aquel suceso elitista, donde el perdurable azul y blanco se hace
sentir más de lo normal… pero qué tal si recordamos también la doble función
que posee esta palabra independencia.
En la historia de este vocablo, se encuentran otras connotaciones por
ejemplo poder entenderla como un valor ético para personas e instituciones.
Tengo muy presente esas acepciones distintas, el detalle es que me dejo llevar
bajo la abundante lírica que impera en este contexto como por ejemplo
“septiembre es el mes de la independencia” (entiendo que se refiere al suceso
histórico) ¡Aja! y ya que escucharé esa palabra por mucho tiempo es mejor que
revisemos la dicotomía hasta cierto punto dialéctica en la que se ha
transformado la Independencia.
Comencemos con la interrogante ¿Qué es independencia? una bella palabra
que no trasciende de la más fina retórica, una palabra que nos hace erguirnos mientras consagramos una imagen hacia el exterior,
una palabrita que desde pequeños nos inculcaron dogmáticamente, en fin ha sido
algo que hasta hemos llegado a venerar (lo extraño es que solo se recuerda
y venera en este mes de septiembre)
Pero aún más extraño es que se deje de escribir o hacer una especie de
folklor acerca de la independencia, es decir cuando se aterriza en la realidad e
intentamos aplicar esa palabra al escenario actual. Aparece una contradictoria relación entre el
ser y el deber ser.
¿Será que a finales de este mes en la Asamblea General de la ONU, El
Salvador votará de manera independiente? Porque ojo no hay cosa más bella que
proyectar esa imagen de la independencia hacia afuera… pero vota o no de manera
independiente… cosas raras de la vida fuese que esa imagen proyectada se
desvirtuara en función de algunos temas de votación. Sin embargo es aún más
curioso que en el mes en donde entonamos con mucho fervor el himno nacional
para recordar que tenemos Independencia, dudemos del actuar independiente de
nuestro país en la escena internacional.
Ahora veamos la otra cara de esta dicotomía, veamos cómo se manifiesta
al interior del país sobre todo en el quehacer político-institucional, la
Independencia como valor ético y la Independencia de los poderes del Estado
Una sala de lo constitucional que de manera sorprendente actúa con
independencia de quienes los eligieron, pero es que cuando ellos invocan esa
Independencia de poderes, saltan los primeros aseverando cosas como: magistrados
que se han tomado competencias que no le corresponden, quieren desestabilizar,
intereses ocultos, ellos también quieren gobernar entre otros argumentos. Pero
y ¿no que en Estados Republicanos como el nuestro es de lo más normal que sean
independientes los 3 poderes del Estado? O ¿acaso sucede un proceso de
transformación en donde el problema de la independencia aparece cuando esta
misma, está en la total disposición de romper el status quo imperante?, entonces la independencia es bien vista
cuando no se oponga a mantener ese estado de las cosas.
Otro ejemplo de Independencia en pro de romper el estatus quo o aquella escena perfecta en la mente de nosotros los
salvadoreños son las actuaciones del director de medicina legal José Miguel
Fortín, en tres casos específicos: primero el caso de Waldemar, segundo el caso
de la investigación efectuada hace 15 años atrás en San Luis Talpa y tercero,
el día donde se presume por fuentes del gabinete de seguridad pública que no
hubo ningún homicidio y como en los caso anteriores actuando con Independencia
el director de medicina legal rompe con el discurso y contradice la mencionada
tesis y bueno sería extenuante relatar las distintas reacciones que condujo las
actuaciones del doctor Fortín.
Estudiemos que significa la
independencia a la hora de votar en la honorable asamblea legislativa 4
diputados de ARENA votan a favor del presupuesto 2013 actuando con INDEPENDENCIA
a su bancada, resultado acusados y expulsados de su partido pero también recordemos
a Armando Grande en su oportunidad para votar lo hace y con independencia a su bancada, resultado marginación y
expulsión de su partido… entonces cabe la pregunta ¿en qué contextos la
Independencia paso de ser un valor a un antivalor en el quehacer legislativo?
Para ir finalizando la palabra independencia en estos momentos responde
a una coyuntura determinada, en donde esta palabra casi llega a crear las
mismas sensaciones que creó la palabra “revolución”, aunque estos revuelos
políticos que ha causado ahora, en cierta medida ya habían sido causados hace
192 años atrás, pero paralelo a esta palabra encontramos algo más maravilloso y
eso es cuestionar la Independencia del país ¿por qué? ¿Para qué? Pero ¿por qué
quienes nunca se cuestionan la independencia del país si cuestionan el actuar
de algunas personas e instituciones?
Ronald Lara
@riquelm_lara
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