En El Salvador es prácticamente imposible ignorar lo que
pasa en el ámbito político, cada día nuestros funcionarios se empeñan por superar
el ridículo del otro, por ver quién “twitea” más estupideces en tan solo 140
caracteres o incluso en menos, por contradecirse con su partido, con sus compañeros
de formula, colegas o con su asesor mismo, nos bombardean con propaganda noche
y día, propaganda que además de ser inútil porque ya nadie cree en ella no es
nada barata, nada innovadora ni tan siquiera real porque no se apega a nuestras
posibilidades.
Lo que
es cierto es que la política es un arte, no es para cualquiera, y por esa misma
razón por depositar nuestra confianza en actores y no en verdaderos artistas
que además de capaces, sean nobles, conscientes, fieles a sus valores y con
calidez humana es que estamos como estamos, actualmente la mayoría de las
personas conciben la política como algo sucia y pues no, somos nosotros los que
la ensuciamos con insultos, con discursos baratos, fingidos, dramatizados y mal
actuados, son los políticos que no trabajan y que si lo hacen, lo hacen mal,
los que la ensucian.
Es verdaderamente triste que la política se haya convertido
en un chiste y que tenga que compararse con el escenario de un circo gracias a
los memes, a la propaganda sucia y una que otra cuenta “troll” de los partidos
o de los funcionarios mismos con los cuales solo nos damos cuenta del nivel de
desesperación que tienen y que al final de cuentas todos son iguales, tal vez
unos peores que otros o simplemente menos preparados frente a aquellos cínicos
de profesión. No siempre el fin justifica los medios.
Como
jóvenes es lamentable que no tomemos en serio estos tiempos de transición ni
las presentes coyunturas, es lamentable que esos memes nos den risa cuando
deberían indignarnos y llenarnos de ganas de cambiar tal realidad, a alguien le
ha de interesar tenernos así, dormidos, sin ojo crítico, riéndonos de todo lo
que pasa, indiferentes o únicamente criticando. Porque así como nos tienen,
adormecidos, nos indignan con los amaños de la selecta pero no con las
sospechas de corrupción de funcionarios públicos, hacemos que personas paguen
en prisión como delincuentes miserables cuando lo que han robado son gallinas
para comer y no saltamos cuando se aumentan los salarios o despilfarran el
dinero de nuestros impuestos en corbatitas, bonos para los ahijados, vinos,
autos, etc. En fin, nuestra memoria dura menos de lo que dura la cortina de
humo con la que nos duermen, aunque repito, a alguien le ha de interesar tu
apatía, tu desinterés tal vez para seguir como hasta hoy.
Criticar la política, a los políticos, y a la democracia no
es la solución, VOTAR tampoco es una opción, es un derecho que tenemos gracias
al esfuerzo, sangre y sudor de los hombres y mujeres que lo hicieron posible y sobre todo, es un
deber.
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