viernes, 31 de enero de 2014

Unámonos como nación.



A un día de los esperados comicios electorales la población salvadoreña muestra una actitud de resignación pues para muchos votar no les tiene cuenta debido a que ninguno de los candidatos llena sus expectativas, y creen que quien sea que llegue a la silla presidencial continuará con el patrón que hemos percibido años atrás, será uno más. 

Es de entender y respetar esta postura cuando nuestro país se  enfrenta a uno de los mayores y escandalosos casos de corrupción registrados hasta el momento cuyo protagonista es nada más y nada menos que uno de los ex mandatarios. Frente a este  escenario se contraponen quienes opinan que la ley debe caer por su propio peso, mientras otros piden que  se demuestre su inocencia; pero en realidad lo que la mayoría de salvadoreños buscamos es que se haga justicia, sin importar la inclinación política del imputado, su estatus socioeconómico u otro aspecto. Exigimos a las autoridades correspondientes que tomen medidas eficaces y hagan su trabajo correctamente.

Cansados. El pulgarcito está cansado de  oír repetidamente promesas que muchas veces no llegan a tener vida, no pretendemos ser una burla para los gobernantes de nuestro país, exigimos que se respeten nuestros derechos, que el Estado trabaje en pro de todos y todas, no en beneficio de  un sector privilegiado.

En este período electoral quedamos hartos de la propaganda electoral que en lugar de influir positivamente en las y los electores, lo único que hizo fue construir mentes enfermizas e intolerantes que al final de cuentas no hiso más que  darle vigor a la polarización. ¡Basta! Déjennos cumplir nuestra labor, vamos a elegir a quien consideremos que cuenta con las capacidades necesarias para dirigir la nación, o que por lo menos, reconozca las necesidades de la población. No necesitamos que nadie nos diga lo que tenemos o debemos hacer.

Soñamos con un El Salvador que cuente con más oportunidades laborales y mejores salarios, bajo índice delincuencial, acceso a salud de calidad, red de hospitales con medicamentos y profesionales necesarios, educación integral, desarrollo y estabilidad económica, promoción de la inversión nacional y extranjera, fomento de productividad y emprendedurismo, sustentabilidad ambiental, prevención de violencia de género, revalorización de pueblos indígenas e inclusión social.

Sí, estamos llenos de ideales asombrosos, por lo tanto, no perdamos más el tiempo demostrémosle al mundo y a nosotros mismos que los salvadoreños somos gente valiente, luchadora y trabajadora. 

El desafío está en aprender a vivir como un solo pueblo, respetando los modos de vida y de pensamiento de los otros, luchando y soltándonos de las garras del conformismo y de la opresión, es esta nuestra oportunidad de mejorar y pelear por lo que añoramos y deseamos, aislando cualquier color político o mentalidad religiosa. Trabajemos por honrar a la patria, destacándonos como hombres y mujeres en la ciencia, el arte y la cultura. Unámonos como nación.

2 comentarios: