El
presidente de la República nombró a Ricardo Perdomo (quien antes se encontraba al
frente del Organismo de Inteligencia del Estado) como nuevo titular del Ministerio de Seguridad
y a Rigoberto Pleités (que previamente fungía como director de la Dirección de Migración y Extranjería) como director de la PNC, estos cambios responden a la
invalidación por parte de la Sala de lo Constitucional hacia los nombramientos
de David Munguía Payés como Ministro de Seguridad Pública y de Francisco Salinas al frente de la PNC, bajo el argumento
de inconstitucionalidad en los siguientes puntos:
la separación de funciones entre
la defensa nacional y la seguridad pública,
la independencia de la Policía Nacional Civil respecto a la Fuerza
Armada, la obligación de que la
dirección de la Policía Nacional Civil esté a cargo de autoridades civiles. La esencia de estos puntos nos obliga a remitirnos a los acuerdos de paz, ya que fue ahí donde se plasmaron estas ideas.
Curiosamente hace
alrededor de un año, hubo un funcionario del Órgano Judicial que en su momento
fue el ¡BOOM! al desconocer al director de la Policía Nacional Civil por ser un
general en calidad de retiro, que no es lo mismo a dejar de ser militar
(legalmente). Cabe aclarar que el juez Samuel Lizama solo desconocía de su
cargo a Francisco Salinas, pero aún aclarando eso, surge la duda, ¿qué o quienes hicieron cambiar de parecer a los 4 magistrados de la Sala de lo Constitucional? ¡Si utilizaron los mismos argumentos ya antes utilizados! Una
pregunta con miles de respuestas, pero ninguna más sólida que otra.
Otro dato curioso es que cuando se escuchan los debates acerca de las carencias y/o debilidades
institucionales en materia de seguridad pública hay quienes aseveran que
volver a ver hasta los acuerdos de paz para encontrar las raíces estructurales
de los problemas que acaecen hoy en día, es un error, que eso es parte de un
pasado que nadie más quiere recordar, etc., pero cuando revisas los datos que
arroja el informe “El Salvador: Implementation of Post-War Programs Slower Than
Expected” te das cuenta que al momento de la creación de la PNC y la ANSP (no
podemos hablar del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública propiamente dicho
porque su creación data desde 2006) hubo un eminente peligro, y no fue que
nacería una institución muerta, no, para nada. En realidad hubo peligro de que
no naciera, ¡ni siquiera muerta! Sin embargo nació algo… Porque el
financiamiento para la creación de ambas instituciones se estimó en un total de
$277.7 millones de dólares, donde El Salvador aportó $63.4, EEUU $25.8, otros donantes $6.5 haciendo
un total de $95.7 millones, creando una brecha de $182 millones en el
financiamiento. Recordando también que el objetivo de la creación de
mencionadas instituciones responden a la necesidad de despojar las
potestades de seguridad pública a los
anteriores cuerpos de represión del Estado.
Pero entonces, ¿de qué asombrarnos cuando nombraron a militares en calidad de retiro a cargo de
aquellas instituciones que nacieron con el anhelo de separa las tareas de
defensa de la patria y la seguridad pública? Ojo que no digo que este correcto, porque firmemente creo que es contrariedad a nuestros acuerdos de paz dichos
nombramientos de militares. Entonces, reflexionemos: ¿por qué cuando el Estado se da
cuenta de la incapacidad de la PNC para combatir los flagelos de la seguridad
pública, hecha mano de la institución castrense? ¿Reconocimiento tácito de un
inminente fracaso? O la mejor parte a mi manera de ver… ¿Aquello que apenas y
nació arrastra problemas no resueltos en los acuerdos de paz? Coincidencia que
quienes no quieren revisar la historia de estas instituciones (PNC y ANSP) han
sido los mismos dirigentes políticos que negociaron los acuerdos de paz y los
mismos que han gobernado los últimos 23 años… Entonces, ¿sería bueno revisar las
bases históricas institucionales? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? ¿Quiénes salen libres de
culpa? Esas serán preguntas que se seguirán contestando día con día...
Pero este escrito no
termina ahí porque debemos de revisar un par de cifras a manera general, para
obtener una idea de la inversión de la materia en estudio en los últimos 10
años, pero además revisaremos un par de verdades que se encuentran ocultas en
las distintas asignaciones presupuestarias en materia de seguridad pública.
Solo aclarar que antes de la creación del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública estos rubros que aparecen en el primer cuadro se encontraban en el Ministerio de Gobernación.
Sector/Año
|
2002
|
2003
|
2004
|
2005
|
2006
|
Presupuesto
|
195,842.3
|
186,982.7
|
190,703.2
|
209,638.2
|
222,205.1
|
Seguridad Ciudadana
|
5,215.5
|
4,389.2
|
4,808.0
|
5,432.6
|
5,625.5
|
Justicia
|
1,294.8
|
719.1
|
743.5
|
758.3
|
872.6
|
Servicios de seguridad pública
|
140,359.5
|
139,316.3
|
138,816.1
|
144,508.7
|
159,727.5
|
Servicios de reclusión y readaptación
|
17,570.4
|
18,488.1
|
19,503.7
|
19,603.4
|
21,753.7
|
Infraestructura penitenciaria
|
|
433.6
|
896.5
|
7,914.4
|
2,313.0
|
Infraestructura policial
|
|
|
|
7,512.8
|
4,694.7
|
Fuente:
ministerio de Hacienda, elaboración propia
Ahora en este cuadro aparece ya el presupuesto total que fue
asignado al Ministerio de Seguridad Pública, y sus respectivas subdivisiones:
Sector/Año
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
Presupuesto general para el Ramo de seguridad
|
217,303.3
|
337,982.3
|
300,315.2
|
330,169.4
|
336,831.3
|
337,949.9
|
Dirección y administración institucional
|
4,268.2
|
5,923.8
|
4,374.2
|
4,692.9
|
4,281.3
|
5,036.4
|
Prevención,
participación y reinserción social
|
2,206.3
|
2,184.8
|
2,072.0
|
2,358.5
|
2,646.2
|
2,692.5
|
Justicia
e iniciativas legislativas
|
183.1
|
280.9
|
441.2
|
599.8
|
841.8
|
971.1
|
Seguridad
pública
|
147,038.3
|
186,553.1
|
198,003.9
|
262,914.3
|
252,506.3
|
253,815.5
|
Administración
del sistema penitenciario
|
20,967.9
|
25,466.5
|
35,261.5
|
40,073.5
|
40,330.1
|
42,074.0
|
Infraestructura
policial
|
4,594.2
|
4,000.0
|
14,880.1
|
15,994.0
|
7,910.0
|
12,006.7
|
Infraestructura
penitenciaria
|
45.1
|
0.1
|
0,1
|
117.1
|
724.1
|
0.1
|
Paz
Social y seguridad ciudadana
|
24,572.7
|
98,409.5
|
41,928.0
|
-
|
-
|
-
|
Fuente:
ministerio de Hacienda, elaboración propia
Ahora es el preciso momento de
encontrar dos verdades que ocultan estos números y que a lo mejor acompañaran a
los nuevos funcionarios electos.
Desde el 2002 hasta 2012 en
materia de seguridad pública no se superó los $277.7 que se requirieron hace 23
años, lo cual apunta que los problemas que acompañaron desde aquellos acuerdos
persisten en la actualidad, más evidencia para entender el porqué buscar a alguien externo a la institución, pero podrán apuntar que mis
argumentos son en base a presupuestos, cifras, etc. Pero… ¿y si juzgamos por
resultados?
La segunda verdad a discutir es
que desde 2002 a 2006 hay en materia de reinserción unos datos algo difusos
porque son encajados con otro rubro, entonces no podríamos argumentar con
certeza el enfoque del presupuesto en materia de reinserción. No obstante, desde la creación del Ministerio de Seguridad Pública hasta el 2012, no ha alcanzado ni siquiera los 3
millones de dólares, pero existe un
contraste más duro... Tomando el mismo parámetro de tiempo, la dirección y
administración institucional casi ha duplicado en muchos años el
presupuesto dedicado a la reinserción, pero aún queda la cereza del pastel, y en esta serás tú el que no me dejará mentir (sobre todo en estos días de
campaña electoral), ¿de casualidad los 3 candidatos con mayores
posibilidades de ganar las elecciones han dicho con pitos y tambores que están
trabajando por la reinserción y prevención? ¿o que han de ser sus pilares para
el combate a la delincuencia? Con esta tendencia que han demostrado (los
tres candidatos, recordar que uno ya fue presidente, y los dos restantes
pertenecen a los partidos que han gobernado en los años que se presentan
estadísticas) ¿qué nos espera? ¿que sigan haciendo politiquería para ganar
votos y no resolver las causas estructurales que generan los altos índices de
violencia o un verdadero viraje en la manera de hacer campaña “política” y de
buscar las verdaderas soluciones?
Entonces solo queda pedir que no mientan, no
ilusionen, que no llenen de panfletos que la reinserción y la prevención de la
violencia han sido y serán ejes de trabajos porque ya sabemos que están intentando
mentir.
Finalizo con una bella frase que se acerca a la nueva búsqueda que deben
de emprender las nuevas autoridades y los contendientes electorales:
“Si
quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Albert Einstein.
Por Ronald Lara.
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